En Algún Momento De Tu Cuadro

domingo, 6 de abril de 2008

¿Las esperas interminables, el frío, las ansiedades dignas de camisas de fuerza y los sentimientos enfurecidamente indomables en todos los sentidos acabarían?

Quería contar los días con los dedos de una mano.
Las culpas atormentaban cada instante de la insignificante vida.

Un solo estallido más y la corteza cerebral se destrozaría, resquebrajándose como un vidrio y luego cayendo en pedazos de algún tipo de carne, porciones sangrientas a las cuales aves de rapiña, perros muertos de hambre, y algún que otro gato con menú exquisito atacarían sin pudor.

Tan solo eso, y no sufriría más.

Nunca vi el final, lo percibí con perfumes agradables y una sensación de bienestar digna de compararse a un abrazo suyo.

Y luego…

Me di cuenta que…
El barrio ya no Cabía en la ventana…

0 comentarios: