¿Las esperas interminables, el frío, las ansiedades dignas de camisas de fuerza y los sentimientos enfurecidamente indomables en todos los sentidos acabarían?
Quería contar los días con los dedos de una mano.
Las culpas atormentaban cada instante de la insignificante vida.
Un solo estallido más y la corteza cerebral se destrozaría, resquebrajándose como un vidrio y luego cayendo en pedazos de algún tipo de carne, porciones sangrientas a las cuales aves de rapiña, perros muertos de hambre, y algún que otro gato con menú exquisito atacarían sin pudor.
Tan solo eso, y no sufriría más.
Nunca vi el final, lo percibí con perfumes agradables y una sensación de bienestar digna de compararse a un abrazo suyo.
Y luego…
Me di cuenta que…
El barrio ya no Cabía en la ventana…
Komo un akontecimiento externo,
Morir afuera de nuestro kuerpo.
Morir así, en kámara lenta
si se pudiera,
Kon alguien kontándome la noticia infausta ha mi oreja.
Mientras eskucho el rumor de la tarde korriendo todavía
Y tus pasos venir asía mí, viendo ke se entreveran kon los pasos de mi infancia sobre la tierra.
Kon los mapas abiertos
del otro lado del mundo y
de las puertas de bronce del silencio de tus labios.
El viento de mi inhalación despeinando mis rekuerdos.
Las sombras de los álamos
enredadas en mis tobillos.
El temor komo una ropa vieja en la memoria.
Durmiendo sobre el pozo de algunas mentes olvidadas,
Komo una abertura hecha en la oskuridad de la noche sin fondo sobre los ojos de los recuerdos.
Yo no kreo en milagros
Y me pasan todos los días
Yo no kreo en Jesús
Pero le rezo de todas maneras por si las dudas
kiero aceptar la verdad
De la verdad kiero
Pero kreo
K solo lo hago por ke temo perderme
Lo leí en el periódiko
Lo vi en las noticias
Lo vi en las pelíkulas
Ellos dicen k… “La verdad te liberara”
kiero aceptar la verdad
De verdad y la verdad es k te kiero
Pero kreo
k solo temo perderme.
